20/2/10

Barcelona (segunda parte) y despedida



Hola

Como siempre que empiezo estas narraciones, olvido escribir algo para terminar. Hace ya un mes regresé de Europa y podría decir tantas cosas que ya lo he olvidado, pero empecemos.

En Roma estuve hasta el 15 de enero, el último día no hice sino preparar las maletas, lavar la ropa y asegurarme de no olvidar nada porque el viaje de regreso definitivo estaba muy cerca. Había comprado un tiquete de regreso a Barcelona, vía aerolínea de bajo presupuesto Ryanair. El tiquete me había costado 50 euros pero cometí el error de no registrar la maleta, ese descuido me costaría unos 35 euros más.

Partí del Roma Termini hacia el aeropuerto de Ciampino, que quedaba a 40 minutos en bus, no tanto por lejos sino por el tráfico lento para salir de la ciudad. El vuelo a Barcelona salió al atardecer en dónde pude ver las luces de Roma por última vez para atravesar el mediterráneo.

Una vez llegamos a Girona (ciudad a una hora de Barcelona), me sentía como en casa, porque ya conocía Barcelona, me agradaba el ambiente y me parecía una ciudad más cosmopolita que Roma y las otras. Ver la torre Agbar de noche fue magnífico.

En el vuelo conocí a dos chicas brasileras que andaban de excursión de morral como yo, aproveché mi conocimiento de la ciudad para irnos juntos caminando hacia La Rambla que no quedaba muy lejos. Allí una de las chicas, llamada Natasha, tan linda como el nombre, nos sugirió ir a comer una Paella de las buenas y eso hicimos. Comimos la mejor paella del viaje, deliciosa, un poco más cara pero ya no importaba mucho. Las chicas provienen de Brasilia, estudian posgrado en biología y fueron tan amables que hubiera querido acompañarlas más tiempo. Algo tarde las acompañé (yo con 25 kg encima) hasta el otro lado, la calle de Las Corts Catalans, dónde habían hecho reservaciones. Tenía la esperanza de poder quedarme en ese lugar, pero esta vez la suerte no me acompañó. No había habitaciones disponibles y mi reciente amistad con estas dos bellas, inteligentes y agradables chicas terminó porque no las volvería a ver.

Me encontraba aproximadamente a 4 km del lugar en dónde podía quedarme, pero ya estaba solo, con mucha carga y era muy tarde, más o menos las 11 pm en invierno. Por eso tomé taxi (cosa muy rara en mi viaje) para que me llevara al lugar. En el barrio gótico encontré un hostal mejor, más central y un poco más barato del que había estado anteriormente. Un hostal administrado con gente de la India.

Una vez llegué sólo quice bañarme y conectarme a internet gratis (en Roma me cobraban carísimo la hora). Me acosté muy tarde, sin ganas de nada más que dormir.

Al día siguiente ya tenía mi mente puesta en Colombia, creo que las ganas de seguir visitando y conociendo se me había quitado, me levanté tarde, fui a comprar cosas para llevar a mi familia y algunos amigos. Tenía sólo unos cuántos euros y por estar todo caro, comprar chocolates de todas las variedades que tenía precios razonables, fui al famoso almacén El Corte Inglés y compré un montón de chocolates lo más rendidor posible. En la tarde traté de buscar pequeños juguetes para mis sobrinos pero no fue mucho lo que encontré.

Tal vez hubiera querido ir al parque Güell que no había podido ir la primera vez, pero el viaje era en la madrugada del día siguiente ya estaba algo cansado, no tenía plata, y mi mente ya estaba en el viaje. Ahora que veo las fotos de algunos de los amigos que hice en el viaje lamento no haber estado en algunos lugares que ellos si pudieron, pero bueno la verdad que lo que conocí fue mucho.

Esa tarde subí cientos de fotos al facebook finalmente y bueno la pasé bien, me acosté temprano, preparé todo el equipaje y me levanté a las 4.30 am, allí salí caminando y cuando salí a la Rambla encontré de todo: lleno de gente borracha, me ofrecía droga en las esquinas, unas chicas morenas me ofrecían sus servicios, en fin, la locura nocturna como en Medellín.

Tomé el autobús al aeropuerto con la expectativa de encontrarme con mi compañera de trabajo Yolanda y saber sus aventuras, hacía tres semanas que no la veía ni sabía de ella. Media hora después de llegar al aeropuerto vi llegar a Yolanda con sus maleticas, fue un momento chévere, verla de nuevo. De allí en adelante el viaje fue corriente, con ciertos atrasos en Barcelona y en Madrid pero no fue gran cosa. El viaje de Madrid a Bogotá duró 10 horas, partimos a las dos de la tarde de España y llegué pasadas las 6 pm, el viaje fue tranquilo, algo largo por las ganas de regresar, pude ver un despegue y un aterrizaje en vivo a través de una cámara en la cola del avión (para mi eso es muy interesante).

Llegar a Colombia fue reconfortante, algo caótico porque mi maleta demoró demasiado y casi pierdo la segunda conexión hacia Medellín. Salvo un susto por varios saltos que dio el avión de Avianca por los fuertes vientos, todo fue normal.

En Rionegro estaba prácticamente todo mi familia, mi mamá, mis hermanos, todos mis sobrinos, mis cuñadas... como siempre ha sido. La familia si es la incondicional.

Les comparto algunas de las fotos que más me gustaron del viaje, con la intención de ambientar este último relato.


Desde la cúpula de San Pedro, Roma


Mercado La Boquería, Barcelona

Sebastían y María José, Roma

Salto, Mónaco

Costa Azul, sur de Francia

Azotea Casa Batlló, Barcelona

Casa Batlló, Barcelona

Exposición al aire libre, Sevilla

La Mezquita, Córdoba

El Albaicín, Granada

Rincón de la Alhambra, Granada

Bueno espero cerrar estas pequeñas narraciones que antes que a otra persona, me sirvieron a mi mismo para reafirmar mis propias experiencias, fue un viaje único, irrepetible; viajar solo, como morralero es lo mejor.

Saludos

Álvaro

14/1/10

Roma


Buenas tardes

Esta semana partí hacia Italia desde Niza en Francia, directamente a Roma. El lunes temprano Yanina me acompañó al terminal de trenes en Niza, allí pude tomar un tren por una hora hasta la pequeña ciudad italiana de Ventimiglia. Atravesamos de nuevo Mónaco, seguimos por Menton y después de un túnel llegué a Ventimiglia. Es cambio es notable, los edificios más viejos y algo sucios, y la ropa colgada en los exteriores de los balcones me hacen notar que es Italia.

Aquí voy, llevo todo el día en trenes, este es el tercero del día, para llegar a Roma. Como de costumbre, no tengo idea de dónde ni como llegar. Espero que no esté lloviendo y que pueda conseguir fácilmente un mapa y ubicarme en el metro, además de poder localizar en el mapa la calle del hostal.

Les cuento que tantos días de viaje me han hecho mella, mi talón izquierdo hace días me duele, mi rodilla derecha también duele un poco y una pequeña herida en el pulgar izquierdo se ha infectado. Viajar solitariamente es divertido, pero estar todo el tiempo alerta de las estaciones, de los lugares, de no romper las reglas, de no perderte, no olvidar nada, cargar 25 kg, no tener quién te cuide la maleta, hablar en otro idioma, etc., es agotante. Ya miro con buenos ojos que me quedan sólo 7 días de travesía, en que estaré en Roma y Barcelona nuevamente, mi dinero se acaba además y eso estresa un poco. ¿Será que si me alcanza? Debo estar lo más ahorrador posible estos días, pero acá todo el tiempo surgen gastos con los que no contabas.

Pero bueno, una vez en Roma, me instalé en un hostal muy popular, visitado por muchos pero no muy bueno como los anteriores y además algo caro.

Después de estar algunos días acá veo a Roma como una ciudad a mil por hora, sus calles están llenas de carros que andan rápido, con italianos que hablan a mil por hora. Tuve la oportunidad de hacer buenas amistades con un chico venezolano llamado Luis Alberto y dos muchachos chilenos: Maria José y Sebastián. Con ellos he podido recorrer la mayor parte de los sitios históricos de la ciudad, sitios que de verdad impresionan. Luis Alberto, el venezolano, es como si estuviera con un costeño, hemos congeniado bastante, comparado las formas de decir las cosas, hemos criticado nuestros propios gobiernos, en fin hay mil coincidencias que notamos por las diferencias que tenemos con otros países. María José y Sebastian son los dos arquitectos y gracias a ellos hemos podido ver detalles que hubiéramos pasado por alto, además son personas bastante descomplicadas y cálidos como casi todos los latinoamericanos. Gracias a este grupo, la estadía en Roma ha sido más divertida.

Roma tiene mucho que mostrar, desde la fuente de Trevi, hasta el palacio de Adriano, el Panteón, El Foro romano, el Coliseo y el edificio de parlamento. De todos ellos el más impresionante es el coliseo, a pesar de encontrarse en ruinas, es aun un edificio grande en la ciudad. En cada esquina de Roma es fácil encontrar una pequeña joya arquitectónica, así como España, el flujo de turistas es inmenso, como lo he afirmado varias veces, Europa toda en sí es un museo. En el coliseo estuvimos en una vista guiada en español de la que podría escribir páginas enteras, así como de los otros monumentos, pero no creo conveniente extender todo eso en estas pequeñas impresiones.

El Vaticano, como ya saben, es un pequeño estado dentro de la ciudad, estuvimos dentro de la iglesia de la cúpula de san pedro y en la cúpula misma, es un edificio impresionante, su altura es de más de 130 m. No voy a hacer los mismos juicios de valor sobre los excesos de las ostentaciones de la iglesia católica romana, ya muchos los ha hecho, sólo quiero mencionar que una vez dentro de esas edificaciones, sólo puedes hacer silencio para admirar la destreza técnica, arquitectónica y artística que hay en esos lugares. Creo que mi madre hubiera querido mucho conocerlos, porque hay mucha riqueza ritual. En una iglesia local de roma, encontramos una misa cantada con tanto ritualismo que el ambiente te sumerge totalmente y no soy religioso. Como lo he mencionado antes, si bien no soy religioso, respeto mucho todas las religiones en vista del papel tan importante que tiene en muchas personas para afirmar su autoconfianza en su existencia. La creencia en un mundo posterior a la muerte nos da confianza en esta fugaz vida y nos reafirma como humanos.

Bueno, no los aburro más con palabrería y les comparto algunas de las fotos de Roma, que será ya mi última ciudad de visita. En algunos días regreso a Barcelona para tomar el vuelo de regreso a Medellín, ciudad que espero con ganas para contar todo lo viajado.


Mirada de la plaza del Vaticano desde la cima de la cúpula de San Pedro


Cúpula de San Pedro desde adentro, gigante. Más de 130 m de altura.

Plaza del vaticano, al fondo la cúpula de San Pedro, estuve arriba.


Interior del Coliseo romano


Vista Roma desde el edificio de la constitución

Ruinas del foro romano (un conjunto de edificios públicos de la era de Flavio)

El Coliseo
Plaza, no me acuerdo.
Vista interior desde el Panteón

Templo de Adriano

El Panteón, desde afuera.
La fuente de Trevi.


Bueno, no tengo suficiente conexión para ponerles más fotos. Espero que la función del blog haya servido para compartir un poco con los amigos y familiares lo que fue este viaje. Quizá haga una última publicación para escribir dos cositas más.

Muchos saludos

A.



11/1/10

Niza y Mónaco


Hola

En estos momentos me encuentro dentro de un tren que se dirige a Roma, aun faltan algunas horas de viaje pero necesito escribir algo para aliviar esta falta de comunicarme con alguien.

Primero les contaré que ha pasado desde Barcelona. Pues allá decidí ir a Niza (Nice) en autobús, porque es un medio barato y confiable, además, es el que mejor conozco de España. El trayecto es largo, son algo así como 13 horas de viaje pero no tanto por largo sino porque el servicio para en todas las estaciones de las ciudades principales del camino. Recuerdo que paramos en Girona (España), Montpellier, Nimes, Avignon, Ax, Marsella, Toulon y Niza.

Bueno, hasta el momento había estado con la suerte de no encontrar nieve, pues en el camino llegó toda de una sola vez. El bus estaba programado salir a las 12 de la noche desde Barcelona, pero llegó a la 1.20 am sin que nadie diera razón. Después de dos horas pasamos la frontera francesa sin que ningún control hubiera en la vía. Ya en Francia todo era nieve, nos tocó varias tormentas y lo peor, cerraron parte de la vía hacia Avignon por el bloqueo de la nieve, pero nuestro conductor, un señor español, posiblemente andaluz, de muy buen humor, cambió su trayecto hasta ponernos nuevamente en camino (el señor hablaba todo el tiempo y nos hacía reir). Yo estaba preocupado porque mi amiga Caterine (de Medellín) me iba a esperar a las 12 del día. Bueno, la cuestión es que cuando llegamos a Marsella (en el mediterráneo) ya no nevaba, pero sí llovía. Recordarán que el mar es un amortiguador climático que hace que no haga tanto frío en invierno y no tanto calor en verano.

Mi llegada a Niza no fue la mejor, llegué casi con dos horas de atraso y mi amiga no estaba. Yo sin hablar nada de francés no sabía como comunicarme, los teléfonos públicos eran de tarjeta y una funcionaria del terminal no supo explicarme cómo llamar. Cuando el mal humor se había apoderado de mí, tomé mi enorme maleta y mi morral (25 kg en encima) y con una pierna doliendo salí a buscar un locutorio… sin ir muy lejos encontré uno y pude llamar a la amiga. Ella me había esperado un buen rato y estaba por allí cerca. Cuando ella llegó y la vi sonriente y se me esfumó el mal humor.

Bueno, ya estaba en Niza, una ciudad francesa en el mediterráneo, en toda la costa azul francesa, muy cerca de la frontera con Italia y Mónaco y vecina de la famosa Cannes. Es una ciudad bonita, con una parte histórica interesante, y con un mediterráneo tranquilo, azul profundo y bello.

Ese primer día, y junto con otra amiga argentina, Yanina, que nos ofreció de la mejor manera su hospitalidad que quedarnos en su casa, recorrimos la vida de bares de la vieja Niza. Noté que los franceses son un poco menos hospitalarios que los españoles (es sólo una impresión), pero los comentarios de mis amigas no fueron los mejores tampoco. Me contaron que eran algo “mala leche” a la hora de dar información, que los señores de mayor edad no se bañan y su olor es intenso (yo noté algo de de eso en la estación). De todas formas no se puede juzgar a toda una cultura por simples impresiones, pero de forma positiva vi que los franceses son un poco más organizados, que tienen muchos más inmigrantes y que igualmente la comida que ofrecen es deliciosa.

Al día siguiente partimos a Mónaco, esa pequeña ciudad estado que por sus características tan extrañas la hace también interesante. Es un principado, o sea que tienen príncipes pero no reyes.

Es un pequeño terruño incrustado entre montañas y el mediterráneo, con gran cantidad de edificaciones y una limpieza y orden que no se ve por otros lados.

Ese “principado” vive primordialmente del turismo, de los casinos y de los altos impuestos que pagan sus habitantes y visitantes. Los millonarios del mundo van en sus yates y sus Ferraris a pasar temporadas de descanso. Todo es limpio ya que todo es artificial, los parques, los laguitos, las flores, incluso las playas, hechas de grava de pequeño tamaño.

En las fotos me acompañan Catherine yYanina, pasamos un buen día, si bien no hubo sol, por lo menos no llovió... hacía días no me reía y divertía tanto con amigos. A las chicas muchos saludos y espero verlas en Colombia o donde sea posible.

Quiero entonces dejarles fotografías de estas dos ciudades de la costa azul, en que en invierno puedes ir a la playa (aunque el agua esté muy fría) y en cuestión de 10 0 15 minutos en auto puedes estar esquiando.

Mi autobús en la nevada en Francia.


Panorámica de Mónaco desde el palacio del príncipe


Otro barrio de Mónaco, no recuerdo el nombre.

Muelles en Mónaco

Niza, en la costa azul.

El túnel de la fórmula uno.


Saltando en la curva del casino de la pista de la fórmula uno

Caminando con las chicas en las afueras del casino Montecarlo.


Niza, ya no recuerdo dónde.


Bueno, tengo más fotos, pero esta conexión es bien malita. Me encuentro en Roma y ya les hablaré de esta milenaria ciudad.

Saludos

Á.


8/1/10

Barcelona (primera parte)


Buenas noches

Barcelona, junto con Granada, ha sido uno de mis destinos principales. Partí en una línea de bajo presupuesto a el aeropuerto alterno que sirve a Barcelona en Girona, a unos 90 kilómetros.

La llegada a Barcelona, como a todas las ciudades, ha sido lluviosa. Cuando llegué al terminal de buses no tenía idea de a dónde ir (cómo de costumbre), pero esta vez ni siquiera encontraba la calle de un hostal que anoté por internet. Me metí en el metro (un sistema bastante sucio, allí si gana Medellín) y me bajé en la plaza Catalunya, quizá la plaza principal de Barcelona, muy cerca a La Rambla. Empecé a caminar con un morral de 15 kg en la espalda y 10 kg en el frente, bajo la lluvia y sin idea de a dónde ir. Cuando el desespero de empezó a tomarme, me senté en un sitio que no me mojaba, pedí un café y un señor catalán muy amable me facilitó una guía telefónica. Allí encontré la bendita calle "Vigotans" que no era muy lejos. Partí con ganas pero de repente me encontré con el hostal en dónde finalmente me quedé. Quizá el desespero de llegar a un lado seco me hizo quedarme en este llamado, Arco Hostal.

Después de tres días de estar aquí, es un hostal apenas, pero a diferencia del que me quedé en Madrid, este es super aburridísimo, casi no llega gente y no conozco a nadie. Pero dejemos estas anécdotas allí y vamos a Barcelona.

El segundo día me hizo un sol buenísimo ("de puta madre", como dicen los españoles), y ahora si vi la Barcelona por la que tanta gente del mundo vino. Las fotografías a continuación lo dicen, Barcelona es una ciudad con mucha historia y con una arquitectura que no hay en otra parte. Quiero señalar la casa museo Batlló y el edificio "La Pedrera" en que Gaudí manifiesta todo.

Playa barceloneta
La Sagrada Familia
Quiero mencionar la importancia de una verdadera amistad. Ese día soleado me invitó a almorzar una ex compañera de la Universidad que está estudiando acá en Barcelona: Margarita. Me invitó a un almuerzo delicioso, pero además, a pesar de sus múltiples ocupaciones, me regaló una tarde completa para mostrarme parte de la ciudad. Esas son las amistades en que uno puede confiar, porque me he dado cuenta que a veces cree uno que tiene contactos que finalmente se hacen los locos cuando uno llega. Le agradezco infinitamente tan bello detalle.

Aquí en la iglesia de la Sagrada Familia

En la plaza Catalunya:


La Pedrera, estilo arquitectónico de Gaudí.
La casa museo Batlló, o casa de los huesos, arquitectura de Gaudí.




La Rambla
Esta foto fue después de salir del museo PICASSO, y quedé con la apariencia un Picasso, por eso la dejé así.


Avenida Marina



Tengo muchas más fotos e historias que contar de Barcelona, esto es sólo una rápida mirada. En el siguiente post quiero escribir una segunda parte de Barcelona. Por ahora parto para Niza en Francia para ir a visitar a una amiga a Mónaco, el santuario de los ricachones.

Hasta la próxima

Á.

7/1/10

Madrid


Buenas noches

Ahora me encuentro en un hostal en la tercera noche en Barcelona, pero antes de hablar de esta ciudad que tiene mucho que mostrar, quiero hacer referencia de mi corta instancia en la capital de España: Madrid.

El fin de semana pasado, hice un viaje por tierra de un día para otro, pero ver algo rápido algo de Madrid. Lo que puedo decir es que cuando llegué al terminal de autobuses no tenía ni idea de qué hacer... hacía sólo dos noches había visto por televisión española la transmisión del cambio de año en directo desde "la Puerta del Sol" en Madrid. Así que eso hice, pregunté cómo llegar a la puerta del Sol. Me dijeron que fácil que llegara a la estación Sol, cerca de allá. Pues así hice, fui hasta la plaza del sol y encuentro varias cosas: primero lleno de gente hasta más no poder, segundo es una plaza pequeña, tercero es una plaza sucia. Allí compré un mapa, busqué una calle de un hostal que anoté de internet. Lo encontré fácil y estaba no tan lejos, entonces me preparé a caminar y oh sorpresa: estaba mucho más cerca de lo que parece. Es que todo el centro de Madrid es muy pequeño, se puede caminar fácil a cualquier parte.

Llegué al hostal de Huertas, me registré, dejé mi morralito y a caminar. El hostal estaba a cuatro cuadras pequeñas del Museo del Prado (arte clásico principalmente), a seis del Museo de la reina Sofía (arte contemporáneo principalmente). Mi estadía en Madrid fue para dos cosas finalmente, para conocer nuevos amigos de todo el mundo y para visitar estos museos.

En el museo del prado se encuentran muchas obras del siglo XIV al XIX, pero su principal atractivo radica en la amplia presencia de Velázquez, Goya, Tiziano y Rubens, de los que posee las mejores colecciones que existen a nivel mundial, a lo que hay que sumar las colecciones de autores tan importantes como El Greco, Murillo, José de Ribera, Zurbarán, Rafael, Veronese, Tintoretto, Van Dyck o El Bosco, por citar sólo los más relevantes (wikipedia).

De todas las obras la más impresionante es "Las Meninas" de Velázquez. En esos museos no se podía tomar fotos, así que no llevé la cámara. Ah, debo decir que pude entrar gratis a ambos aunque si pagué por la audioguía para comprender un poco más de las obras.


Aquí a Velázquez, en las meninas, un cuadro enorme, de más de 3 metros de alto y 2 metros de ancho. En la sala principal del Prado.


Esa noche pues salimos muchos nuevos amigos en un combo gigante, de allí me hice muy amiga de una chica argentina, llamada Victoria, hermana de un director de cine que hizo un documental del hijo de Pablo Escobar que salió en Colombia y hablamos en un bar un buen rato de Colombia, el Cine, de Política, de Filosofía y más tonterías de esas.

Al día siguiente salimos tres amigos, Johanssen, mi amiga Victoria y yo, hacia el museo reina sofía. La pintura central es el Guernica de Picasso, aunque hay muchas obras de Miró, Salvador Dalí, y otros. Según su historia, hacia 1952 un grupo de artistas, encabezados por el arquitecto José Luis Fernández del Amo, logran que la administración cree el Museo Español de Arte Contemporáneo, para reflejar las corrientes del arte modernas, que no tenían cabida en el Museo del Prado. Comenzó a funcionar en los bajos del edificio de la Biblioteca Nacional de Madrid con fondos de los siglos XIX y XX. Fernández del Amo fue su primer director hasta 1959.

Posteriormente se trasladaron los fondos a un edificio en la Ciudad Universitaria de Madrid, hasta que en 1986 se creó el Centro de Arte Reina Sofía y una parte importante de los fondos (especialmente los del siglo XX) trasladados al edificio actual. El edificio de la Ciudad Universitaria ha sido dedicado a Museo del Traje, tras una rehabilitación (wikipedia).




El cuadro más famoso es este de tamaño de muro de Pablo Picasso: El Guernica, cuyo título alude al bombardeo de Guernica, ocurrido el 26 de abril de dicho año, durante la Guerra Civil Española. Fue realizado por encargo del Gobierno de la República Española para ser expuesto en el pabellón español durante la Exposición Internacional de 1937 en París, con el fin de atraer la atención del público hacia la causa republicana en plena Guerra Civil Española.



Después de este recorrido empezó a llover y resignado me fui hasta la estación a esperar mi autobús de regreso a Granada, para ahora sí partir definitivamente a Barcelona. El viaje a Madrid fue un viaje sin fotos, pero en el cual pude conocer mucho con las visitas y con la cantidad de gente que conocía e intercambié direcciones electrónicas.

Hasta la próxima

A.

4/1/10

Sevilla



Buenas noches otra vez

En vista de que se me acaba la conexión de internet fácil en Granada, aprovecho para escribir algo sobre Sevilla.

Partí por primera vez completamente solo y de morral hacia una ciudad que no conocía nada ni a ningún contacto. ¿Qué hacer entonces? eso no me preocupó hasta que llegué (procedía de mi ciudad base Granada, en un viaje de dos horas y media en autobús).

Bueno, los pronósticos decían que habrían muchas lluvias y se cumplieron, no me dejó de llover todo el tiempo salvo por un rato el segundo día. Al momento de llegar, como dije, estaba lloviendo y se me ocurrió preguntar por un centro de información turística a ver qué hacía, me informaron que debía llegar al centro histórico caminando algunas cuadras. Afortunadamente logré llegar en el primer intento, allí me regalaron un mapa, ubiqué la calle de un hostal que había visto en internet antes de viajar. La ubiqué y caminé mucho más bajo la lluvia hasta que lo encontré. Hostal Urbanity, en Doña María Coronel, me registré por una noche, me sequé un poco y ahora si: A conocer Sevilla.

Hasta ahora todo lo escrito ha sido anecdótico pero ahora sí, qué ví en Sevilla. Es una ciudad inundada de turistas, muchos, muchos y muchos; familias, morraleros, abuelitos, excursiones de colegio. El casco histórico de Sevilla, bello y encantador, con ese color marrón andalucía que hace ver bonito todo. La enorme catedral de la Giralda en medio de todo es tan grande que ya ni se ve.

Esa noche fue dedicada al flamenco en vivo, en un lugar que nos dejó ver a un grupo de dos hombres y una mujer. Esta es una música, un baile, un canto tan visceral, tan conectado con las emociones de forma sincera que lo vuelve universal, por eso al verlo en vivo a prácticamente todos nos gusta. Es un tipo de música conectada con el espíritu humano, así como, para mi concepto, también lo son muchos otros ritmos y estilos musicales (son, bullerengue, tango, reggae, son, blue, algo de rock, etc.)

También tuve nuevamente la experiencia de un hostal en que esa noche logré conocer y conversar con muchachos de muchas partes, desde señoras entradas en edad hasta jóvenes de menos de 20 y nombrando con los que conversé e intercambié correos electrónicos esa noche fueron: un australiano, dos alemanas, dos franceses, dos ecuatorianas, una turca, una señora belga, y una señora de Barcelona, que yo recuerde. El hostal es el mejor sitio para hacer amigos, nada de bares, discotecas o así.

Bueno, al día siguiente salió el sol, pero tuve una noche terrible con fiebre, dolores el pecho y cosas de esas. A pesar de todo, logré tomar las siguientes fotos. Lo más sorprendente es el Real Alcázar de Sevilla con una arquitectura para quedarse quieto. Tampoco puedo dejar de mencionar el río Guadalquivir

Aquí va.



A partir de esta foto, hay imágenes del palacio Alcázar Real y estas son algunas de sus habitaciones. Con arquitectura especialmente mudéjar, que recoge elementos romanos, musulmanes y cristianos.




Al fondo la iglesia La Giralda, es gigante aunque desde aquí no parezca.






Bueno, ahora parto para Barcelona a ver que encuentro interesante por allá, he terminado con Andalucía y estas ciudades y cultura son extraordinarias. Algunos otros extranjeros se han quejado del desorden y las cosas, pero no me parece que eso sea grave.

Saludos

Á.