7/1/10

Madrid


Buenas noches

Ahora me encuentro en un hostal en la tercera noche en Barcelona, pero antes de hablar de esta ciudad que tiene mucho que mostrar, quiero hacer referencia de mi corta instancia en la capital de España: Madrid.

El fin de semana pasado, hice un viaje por tierra de un día para otro, pero ver algo rápido algo de Madrid. Lo que puedo decir es que cuando llegué al terminal de autobuses no tenía ni idea de qué hacer... hacía sólo dos noches había visto por televisión española la transmisión del cambio de año en directo desde "la Puerta del Sol" en Madrid. Así que eso hice, pregunté cómo llegar a la puerta del Sol. Me dijeron que fácil que llegara a la estación Sol, cerca de allá. Pues así hice, fui hasta la plaza del sol y encuentro varias cosas: primero lleno de gente hasta más no poder, segundo es una plaza pequeña, tercero es una plaza sucia. Allí compré un mapa, busqué una calle de un hostal que anoté de internet. Lo encontré fácil y estaba no tan lejos, entonces me preparé a caminar y oh sorpresa: estaba mucho más cerca de lo que parece. Es que todo el centro de Madrid es muy pequeño, se puede caminar fácil a cualquier parte.

Llegué al hostal de Huertas, me registré, dejé mi morralito y a caminar. El hostal estaba a cuatro cuadras pequeñas del Museo del Prado (arte clásico principalmente), a seis del Museo de la reina Sofía (arte contemporáneo principalmente). Mi estadía en Madrid fue para dos cosas finalmente, para conocer nuevos amigos de todo el mundo y para visitar estos museos.

En el museo del prado se encuentran muchas obras del siglo XIV al XIX, pero su principal atractivo radica en la amplia presencia de Velázquez, Goya, Tiziano y Rubens, de los que posee las mejores colecciones que existen a nivel mundial, a lo que hay que sumar las colecciones de autores tan importantes como El Greco, Murillo, José de Ribera, Zurbarán, Rafael, Veronese, Tintoretto, Van Dyck o El Bosco, por citar sólo los más relevantes (wikipedia).

De todas las obras la más impresionante es "Las Meninas" de Velázquez. En esos museos no se podía tomar fotos, así que no llevé la cámara. Ah, debo decir que pude entrar gratis a ambos aunque si pagué por la audioguía para comprender un poco más de las obras.


Aquí a Velázquez, en las meninas, un cuadro enorme, de más de 3 metros de alto y 2 metros de ancho. En la sala principal del Prado.


Esa noche pues salimos muchos nuevos amigos en un combo gigante, de allí me hice muy amiga de una chica argentina, llamada Victoria, hermana de un director de cine que hizo un documental del hijo de Pablo Escobar que salió en Colombia y hablamos en un bar un buen rato de Colombia, el Cine, de Política, de Filosofía y más tonterías de esas.

Al día siguiente salimos tres amigos, Johanssen, mi amiga Victoria y yo, hacia el museo reina sofía. La pintura central es el Guernica de Picasso, aunque hay muchas obras de Miró, Salvador Dalí, y otros. Según su historia, hacia 1952 un grupo de artistas, encabezados por el arquitecto José Luis Fernández del Amo, logran que la administración cree el Museo Español de Arte Contemporáneo, para reflejar las corrientes del arte modernas, que no tenían cabida en el Museo del Prado. Comenzó a funcionar en los bajos del edificio de la Biblioteca Nacional de Madrid con fondos de los siglos XIX y XX. Fernández del Amo fue su primer director hasta 1959.

Posteriormente se trasladaron los fondos a un edificio en la Ciudad Universitaria de Madrid, hasta que en 1986 se creó el Centro de Arte Reina Sofía y una parte importante de los fondos (especialmente los del siglo XX) trasladados al edificio actual. El edificio de la Ciudad Universitaria ha sido dedicado a Museo del Traje, tras una rehabilitación (wikipedia).




El cuadro más famoso es este de tamaño de muro de Pablo Picasso: El Guernica, cuyo título alude al bombardeo de Guernica, ocurrido el 26 de abril de dicho año, durante la Guerra Civil Española. Fue realizado por encargo del Gobierno de la República Española para ser expuesto en el pabellón español durante la Exposición Internacional de 1937 en París, con el fin de atraer la atención del público hacia la causa republicana en plena Guerra Civil Española.



Después de este recorrido empezó a llover y resignado me fui hasta la estación a esperar mi autobús de regreso a Granada, para ahora sí partir definitivamente a Barcelona. El viaje a Madrid fue un viaje sin fotos, pero en el cual pude conocer mucho con las visitas y con la cantidad de gente que conocía e intercambié direcciones electrónicas.

Hasta la próxima

A.

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